26 may 2009

Interesante experimento

Está visto que mis compañeros y amigos del Departamento no dejan de inspirarme nuevas entradas. Hoy ha sido Mercedes, la directora local del máster interuniversitario en matemáticas. Me pidió el viernes, con este lunes como último día de plazo, que le mandase por e-mail unos datos personales para cumplimentar las fichas del profesorado en un formulario electrónico. El último de los cuatro apartados se refería a la realización de otras actividades no relacionadas con la docencia o la investigación. La llamé por teléfono.

Oye, Mercedes, ¿servirá el haber sido coordinador del departamento de informática del CEP? Sí, claro, Alberto, cosas como esas valen: pon todo lo que se te ocurra, cuantas más, mejor: así habrá más probabilidades de que la Junta de Andalucía nos renueve el máster. De acuerdo, Mercedes, ahora mismo te lo envío. Gracias, Alberto.

Pero tras escribir las cuatro o cinco facetas que me parecieron pertinentes, sentí un calambrazo cerebral que me llevó a añadir las siguientes a la lista de supuestas profesiones desempeñadas por mí:

* Ideólogo del cártel de tráfico de estupefaciemtes y trata de blancas de Toral de los Guzmanes

* Redactor Jefe del periódico Franco todavía no ha muerto

* Saltimbanqui tercero del circo La carcajada universal

* Picador de reses bravas de la cuadrilla de Jesulín

* Biógrafo de Ernesto Guevara y de José María Aznar (este como negro)

* Traductor simultáneo de los discursos del Rey al silbo gomero

* Verdugo suplente del cadalso número 14 de Teherán

Y ahí me paré. Si continuaba podría llamar la atención con tamaña versatilidad. Aún no le he dicho nada a Mercedes. Solo recibí un correo suyo en el que me agradecía mi prontitud. Si ella se limita a cortar y pegar, la relación de mis exóticos oficios seguirá su trámite hasta llegar a las más altas instancias de la Administración. Si así acontece, mi inocente bromita se convertirá en un interesantísimo experimento sobre el control de erratas en la transmisión digital de información.

Porque siempre sospeché que los burócratas encargados de examinar este tipo de papeleo informático solo abren una por una las pestañas con graciosos golpecitos de ratón a fin de comprobar que hay algo relleno por los solicitantes. El contenido es lo de menos. Análogos gazapos deslizados por mí en el pasado así lo confirman. Veremos qué ocurre en esta ocasión.

Os mantendré informados, queridos asiduos de este blog.